miércoles, febrero 15, 2012

El valor de las palabras

Las palabras sí, las palabras sí que son valientes. No como lo versos que escribo, sílabas renegadas del sol,  no como las cartas, que llenas de tachones deseché en la papelera, no como las que guardé y no envié. Las palabras, ¡ah! ellas sí que son valientes, rotundas, veraces, fuertes. Ellas quieren decir siempre lo mismo, una eligió ser amor, la otra vida y la última muerte, y nosotros las corrompimos con nuestra mente confundida e inconclusa.

El amor, cuentan, eligió ser amor por creerse hermoso. Ingenuo, eligió su significado por sentimiento, y ahora sufre, por que el amor no es sólo sentimiento, también es decisión y lucha. Con frecuencia, dolor. 

La vida, astuta, pensó en su significado como antónimo de todo lo malo, pero mas pronto que tarde se daría cuenta de que se había hermanado con la muerte.

La muerte, vio a las gentes penar heridas por el amor, desoladas, y llorar por enfermedades que jamás habían de cesar, y más compasiva que sus hermanas de tinta, se dijo que quería ser el remedio. 



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