Tu luz se me hizo eterna por un segundo, un segundo sublime, un segundo perfecto. La felicidad que se respiraba en el aire ¿Quién me la devolverá? Soñé con todo lo bueno que se hubiera soñado, y fue real, sonreí. Dibuje en mis folios con palabras que asentaban hasta la nada,y tu sola presencia lo descolocó todo.
Adiós mi buen amigo, adiós querido amante. Fue sencillo echarte de menos habiéndote conocido tan poco antes. Seremos conocidos por nuestro buen juicio y nuestro coraje. Y, leyendas olvidadas, nos llevaran como estandarte. Seremos como héroes, y como ancianos villanos, ¡nos pasaran tantas cosas! que de todas, quizá de esta te hayas olvidado antes.
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