No recojas mis pedazos, te haría falta un mundo, no me hace falta nadie. Me protegeré con rock duro malentendido, y me vestiré de negro para que nadie me reconozca, para que me vean y se alejen, para que se acerquen y me dejen.
Siendo aquella persona que anhelo, no seré nadie. Gritaré por si me escuchan pero no responderé a compasión por mi dolor.
Yo quiero fuerza para cuidar a los que amo, para no llorar cuando muero, para ser feliz al lado de estos pensamientos. Y si Dios, en su gracia, me lo concede he aquí que lo seré. Lucharé por ti y por mi. Y venceré montañas, desafiaré a las tormentas y me dejare arrullar otra vez a tu lado, cuando te encuentre, oh, amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario