Fuera de casa -.-

La abuela se ha vuelto a olvidar de mi así que os escribo eso desde el rellano de la escalera, sin poder entrar en casa, más aburrida que una ostra, pero al menos tengo el portátil y pillo internet. La verdad es que la otra vez hacia frío, pero esta vez estoy calentita, tengo música y juegos para varias horas, y deberes para más. Y no tengo hambre. (sip, eso está bien).
Bueno ¿y de que hablo? La verdad es que hacia tiempo que no dejaba mi habitual prosa poética ininteligible.
Soy feliz. Trabajo y lucho por los que quiero como siempre. Amo mucho, me enamoro, pienso, siento.
Según Rimbaud, poeta maldito francés, «el poeta debe hacerse vidente a través de un razonado desarreglo de los sentidos» y ahora mismo yo creo que estoy bastante desarreglada, con una pinta extraña entre hippie y freak. Sentimentalmente aturdida, y vidente poco evidente de lo que no se ve.