jueves, septiembre 06, 2012

Calcetines

Habréis oído de mucha gente que busca su media naranja. Joder, yo lo entiendo, si alguien te roba media naranja, con lo BUENA que está, normal que la busques. También habréis oído de gente que busca a su otra mitad (lo hacen como un poco a la pata coja, pero lo intentan), a su alma gemela, a la otra mitad de su billete de 5 euros, a su alter ego, a su tornillo perdido, en fin.

Yo sin embargo busco la pareja de mi calcetín. Claro, yo vengo de una familia grande de 6 en la que esto, pues es común. Por ejemplo ahora mismo, me estoy escaqueando, porque encima de la cama me está esperando lo que mi madre llama "el cesto de la ropa limpia", pero más concretamente, como lo llamo yo, "el cesto de los calcetines. sin pareja".

En realidad allí estamos todos, esperando a que nuestro otro par salga de la lavadora, rezando por que no resulte que se haya quedado debajo de la cama o se haya perdido en batalla.

Hombre, lo bueno es que, mientras, haces amigos; un calcetín negro que está muy bueno, uno de lana que son todo mimos, uno que sólo va a las fiestas más elegantes, uno así como de montañismo, como un poco sudado, pero con unos ojazos azules...

Pero claro, ves que allí no encuentras a tu pareja, sí todos son muy monos, pero tú lo que quieres es a alguien que te quiera tal como eres, que se amolde a tus rebordes, que haga resaltar tus virtudes y no tu defectos, tu lo que quieres en fin, es a tu hombr... digo, a tu otro calcetín.

No hay comentarios: